
Sin embargo, dos acontecimientos acaecidos en estos días marcan una suerte de retorno a recetas de pragamatismo en materia de relaciones internacionales.

El enfrentamiento de posiciones en la IV Cumbre de las Américas, de Mar del Plata en el 2005 fue uno de los máximos puntos de tensión entre el entonces presidente Vicente Fox y Néstor Kirchner.
En ese escenario la disputa se centraba en la puesta o no en marcha de la vapuleada ALCA promovida por George Bush, y donde resultó triunfante la postura de Argentina, sus socios del MERCOSUR y la república de Venezuela de postergar in eternum su inicio. Los cortocircuitos continuaron cuando el gobierno argentino manifestó su preferencia por el candidato Manuel López Obrador en la elección que determinó la permanencia del PAN en el poder, ahora en manos de Felipe Calderón.
En otro orden, la actual visita del líder del PT brasileño, Inácio Lula da Silva, intenta contribuir al mantenimiento de la alianza regional estratégica en vigencia en la actualidad entre ambos países, sin que cuestiones tácticas como la caracterización del futuro Banco del Sur o el fomento de producción de biocombustibles junto a los tradicionales gas y petróleo, hagan mella en los intereses complementarios de los dos grandes del área.
Quizás sea el turno de la actual administración de desplegar acciones emparentadas con una real politik para la región de cara a sus posibilidades de continuidad en el poder más allá del 2007. Sólo el tiempo lo dirá.
Lic. Gustavo Schweitzer
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