domingo, 22 de julio de 2007

AMIA, reclamo con voz de mujer

El 18 de julio, al cumplirse trece años del atentado a la AMIA, la periodista y ex vicealcaldesa de Barcelona, Pilar Rahola, pronunció un discurso crítico en la sede judía. Con voz emocionada, pero firme, no dudó en decir a sus colegas:"Hoy aquí no nos mueve solo el recuerdo, ni tan solo nos mueve el olor a muerte, sino que nos mueve el compromiso moral. Y voy a lanzar un reto:"Pido un compromiso moral con la verdad demasiada mentira, demasiada corrección política, demasiada falta de valentía.Quiero recordales que nuestro compromiso es inequívocamente con la verdad o no servimos de nada".
Asimismo, expresó:"También quiero el compromiso moral de los líderes sociales que llevan aquellas banderas de solidaridad y banderas de libertad, esos líderes de la izquierda, mi ideólogía, que levantan banderas pero teñidas de sangre, que lo hacen en aras de la libertad.No pueden justificar dictaduras, ni justificar muertes".
Igual compromiso se lo le exigió a la ONU:" Tiene que oir, no sirve para defender el derecho, si no está donde está la libertad, y hoy la ONU calla demasiado. No es suficiente con tener un fiscal como Nisman y el juez Rodolfo Canicoball Corral, valientes que hayan dicho: estos fueron".
Por otro lado, les pidió a las autoridades del Gobierno:"Que se comprometan e identifiquen a esa organización que ejecutó la matanza, ese partido de Dios que ha traído el infierno a la Tierra, pobre Dios, esa organización terrorista de Hezbollah, que no debe tener una oficina en ningún país del mundo ".
Por momentos, la voz apasionada de Pilar, parecía similar a la que alzaba la periodista italiana Oriana Fallaci, quien también advertía el peligro del islam. En su libro La Fuerza de la Razón, narraba el ingreso de esa colonia en Italia, y como se distribuían en toda Europa."Decirlo equivale admitir que todas las Casandras le hablan al viento, que, a pesar de sus gritos de dolor, los ciegos siguen ciegos, los sordos, siguen sordos", escribió Oriana.
Rahola conoció a Fallaci con la cual tuvo una buena relación, pero no concuerda con muchas de sus teorías, en especial con aquella de la guerra de las religiones.
Ese día, en la fachada del edifico de la AMIA estaba desplegado un cartel que decía:"Los edificios se pueden destruir. La dignidad y la memoria de las 85 víctimas, no. Seguimos reclamando justicia con el dolor del primer día".
Marisa Bisceglia

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